Fría y elegante tu eres
con tus torres alzándose hacia el cielo.
Esplendor transmites a los que pasan por tu puerta
y te observan con ojos inquietos como niños en un día de Reyes.
Miradas de asombro y cabezas vueltas son tu día a día
Sonrisas satisfechas y suspiros de gozo son tus mayores piropos.
Y ahí te veo, tan quieta y apacible
Te miro con ojos iluminados por la emoción
admirando tu historia, tus formas, tu belleza.
Sintiendo la magnitud de tu presencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario